Dieta Paleolítica: Lo que comían nuestros ancestros y que llevamos en nuestros genes

La alimentación ha involucionado drásticamente en las últimas décadas, alejándonos de lo que durante millones de años fue nuestro estímulo nutricional natural. La dieta paleolítica se basa en los alimentos que consumían nuestros antepasados cazadores-recolectores, respetando nuestra biología y favoreciendo la salud, la composición corporal y el rendimiento físico.

Y sobre todo, la naturaleza de lo que comían. Allí no existía la industria, las fábricas ni los conocimientos sobre manipulación de químicos para alterar dicha naturaleza de los alimentos.

Principios de la Dieta Paleolítica

Este enfoque se fundamenta en el consumo de alimentos naturales y no procesados, eliminando o al menos limitando azúcares refinados, cereales modernos y productos ultraprocesados.

A día de hoy, el objetivo de esta alimentación es mejorar la energía diaria, optimizar la composición corporal y reducir las inflamaciones asociadas a la dieta contemporánea.

Pero reflexionemos sobre la idea de que para nuestros ancestros, esos objetivos eran bastante irrelevantes. Su alimentación se basaría principalmente en no morir de hambre y obtener energía para seguir viviendo y cazando, de ahí que tras milenios con este enfoque, sea un dieta basada en alimentos altamente nutritivos (densidad nutricional elevada), muy calóricos y altos en proteínas y grasas.

Te voy adelantando que una alimentación paleolítica, pero con hábitos sedentarios de la era moderna, no te va a hacer bajar de peso o estar más estético.

Pero si partes de una vida activa, te aseguro que maximizará tu rendimiento, energía y salud.

Alimentos Base en la Dieta de Nuestros Ancestros

1. Proteínas animales: Carne de caza y sobre todo de pasto, pescados, mariscos, huevos y lácteos enteros. La fuente principal de proteínas y grasas saludables.
2. Vegetales y hortalizas: Raíces, tubérculos, hojas verdes y todo tipo de verduras de temporada.
3. Frutas y bayas: Consumo ocasional y en función de la estación, aportando antioxidantes y micronutrientes esenciales.
4. Frutos secos y semillas: Almendras, nueces, avellanas, fuente de grasas saludables y energía sostenida.
5. Grasas naturales: Mantequilla, aceites prensados en frío (oliva, coco), aguacates.
6. Fermentados y alimentos probióticos: Para mejorar la salud intestinal y el equilibrio del microbioma.

Hábitos Alimenticios de los Cazadores-Recolectores

• Ayuno intermitente natural: No tenían acceso constante a los alimentos, por lo que el ayuno formaba parte de su día a día. Hoy en día, esta práctica ayuda a regular hormonas y mejorar la sensibilidad a la insulina, reduciendo la glucosa en sangre y optimizando la quema de grasas como fuente de energía.
• Consumo cíclico de carbohidratos: Dependiendo de la temporada y la actividad física, el consumo de hidratos de carbono variaba. No todos los días comían hidratos, de ahí que la alimentación paleolítica y las dietas low carbs (bajas en hidratos) o keto (casi sin hidratos) tengan muchas cosas en común.
• Variedad y estacionalidad: Se comía lo disponible según la época del año, favoreciendo una dieta rica en nutrientes. Es decir, en verano solían comer lo que daba la naturaleza, y en invierno no solían comer lo mismo que en verano. A día de hoy se resume en lo de comer frutas y verduras de temporada.
• Comida sin ultraprocesados: Todo lo que se ingería provenía directamente de la naturaleza, sin refinados ni aditivos. Cuantas menos etiquetas lleve un alimento, más frecuente en la alimentación de nuestros ancestros estaba.

Adapta la Dieta Paleolítica a Tu Estilo de Vida

Aplicar estos principios hoy en día no significa vivir como en la prehistoria, sino seleccionar los mejores alimentos para nuestra biología y sustituir lo que no nos favorece. Con un enfoque adecuado, esta alimentación puede adaptarse a cualquier objetivo: pérdida de grasa, ganancia de masa muscular o mejora del rendimiento físico. Pero sobre todo a una salud en general.

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