Todos tenemos objetivos o planes en mente, aunque en muchas ocasiones estos no llegan a materializarse. Un objetivo sin un plan no es más que una ilusión, por ello te quiero enseñar una gran estrategia para saber cómo centrar el foco en un objetivo y de esta manera alcanzarlo.
A la hora de planificar objetivos puedes centrarte en dos aspectos, el resultado o el proceso (también puedes optar por una combinación de ambos). A continuación te explicaré por qué te interesa centrar tus esfuerzos, tu foco, en el proceso.
EL PODER DE PONER EL FOCO EN EL PROCESO
Centrarse en el proceso implica poner el foco en el transcurso hasta conseguir un objetivo. Imaginemos que estás en un periodo de pérdida de grasa. Si tu meta es bajar de grasa unos 500 g por semana, los objetivos pueden plantearse de varias formas distintas. Por ejemplo, si centras tu foco en el proceso, podrías utilizar una estrategia como la siguiente:
“Esta semana voy a entrenar 3 veces y voy a comer todos los días fruta y verdura”
En este punto te estás centrando enteramente en el proceso. Estás seleccionando una serie de actividades que están íntimamente relacionadas con la consecución de tu meta, y que dependen al 100% de ti. Esto es lo bueno de centrarnos en el proceso, pues siempre depende de nuestras acciones, de lo que decidimos hacer o no hacer, de ahí a que tengamos el 100% del control.
Esto quizá no garantiza que pierdas los 500 g por semana que tienes en mente para conseguir tu meta, pero sí que es cierto que a largo plazo genera una mayor adherencia y hace que todo el proceso sea más gratificante.
SI SOLO TE CENTRAS EN EL RESULTADO…
Si por otro lado te centras exclusivamente en el resultado estás a merced de lo que haces y también de otros aspectos que influyen pero de los cuales no tenemos todo el control. En este caso utilizamos la siguiente estrategia:
“Esta semana voy a perder 500g”
No es una forma incorrecta de plantearte objetivos, el problema aquí radica en que para perder 500g de grasa corporal influyen muchos factores, no solo lo que tu decides hacer, de forma que el 100% de la actividad no depende de nosotros. Quizá nos planteamos este objetivo y perdemos 430g o 520g. No es algo que podamos controlar con tanta exactitud como cuando nos enfocamos en el proceso (explicado en el párrafo anterior).
CENTRAR EL FOCO EN UN OBJETIVO
Quiero que te quedes con esta idea:
El proceso depende de ti, el resultado no depende de ti, el resultado depende del proceso.
La idea con la que quiero que te quedes es que, independientemente de la estrategia que uses, si te esfuerzas y haces las cosas bien, con objetivos bien formulados, llegarás antes o después a conseguir la meta que te has propuesto, eso sin duda alguna.
Pero es cierto que la experiencia nos dice que centrar los esfuerzos, centrar nuestra atención, en nuestro círculo de influencia, en aquello que podemos controlar al 100% (como me alimento, cuando entreno, que ejercicios realizo, cuantas horas descanso, cuantos minutos estoy bajo el agua fría) es una forma más efectiva y gratificante de alcanzar esas metas, sobre todo a largo plazo.
Soy Edu de edufitrainer.com y espero que este post te resulte útil para conseguir poner el foco en un objetivo.
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